Estoy buscando...:

6 feb 2019

Ese domingo, después de la noticia, hice lo mismo que cada domingo.
Una esperanza tenía:
si no le daba de comer, desaparecería.

Pero volvió con la fuerza que vuelven
todas las cosas que son definitivas.

Un mensaje decía
que había algo que sentir,
que el mundo sabía
que (para mí) eras importante.

Ese día, y muchos otros días,
me sentí mal dos veces.
Una porque ya no estabas en ningún lado.
La otra porque lloré.